jueves, 24 de agosto de 2017

1ra Reunión


Temas de la 1ra reunión
1. Presentación de cada una
2. Espacios de intervención: espacio de encierro
3. Sujetos de intervención: adolescentes y jóvenes privados de libertad en Centro Cerrado Almafuerte de Melchor Romero, y Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata
4. Objetivos del trabajo de intervención
5. Habilidades Blandas o competencias psicomotrices
6. La posición de la intervención: No es lo mismo ser docente que ser facilitador: el saber ser/saber hacer

Nos propusimos trabajar estos temas y comenzar a pensar tiempos disponibles para intervenir.

1.Presentación de cada una de las participantes:
Lucrecia: Licenciada y profesora en Comunicación Social. Coordina un taller de escritura creativa en el Programa de Jóvenes Adultos en la Unidad 9.
Se vinculó con este espacio siendo alumna del profesorado y participó en un proyecto de alfabetización del que se desprende luego este proyecto actual.
Nerina: Psicóloga y profesora en psicología. integra el equipo técnico del Centro Cerrado Almafuerte y el equipo docente de la Escuela Media 40 que funciona en el Centro Cerrado Aráoz Alfaro. Tuvo experiencias en otro Centro trabajando fotografía estenopeica.
Le interesa trabajar el después de cada joven, y le interesó ver la implementación del proyecto el año pasado en el Centro Cerrado Almafuerte,(en esa oportunidad se trabajó el visionado de series, y a partir de allí surgían algunos emergentes personales/grupales de los jóvenes).
Julia: estudiante de la licenciatura, miembro del Centro de Estudiantes de la FPyCS, participó en varios eventos organizados desde el Centro en las Unidades Penitenciarias, le interesa trabajar desde otro lugar. Es becaria externa del Proyecto de Extensión.
Carolina: Licenciada en Comunicación Social. Profesora de Comunicación y Cultura, coordinadora del área de Comunicación del Programa Redes del Ministerio de Salud de la Nación, miembro de una fundación que en un Programa para jóvenes de sectores rurales de Centroamérica, en situación de vulnerabilidad. Tiene mucha experiencia de trabajo con jóvenes en relación a la empleabilidad. Le interesa trabajar esta mirada de las habilidades blandas, competencias psicomotrices.
Natalia: Licenciada y profesora en Comunicación Social. Profesora de Comunicación y Medios, y del taller de de Planificación de Procesos Comunicacionales. Empleada del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Hasta el año pasado, desarrolló su tareas laborales de coordinación con la Secretaría de Derechos Humanos de la FPyCS para la implementación del programa institucional de educación superior para personas privadas de libertad, tanto con quienes concurran a cursar en la sede como con quienes lo hacían en las extensiones áulicas de la facultad en las Unidades Penitenciarias. Realizó distintas acciones de extensión en estos espacios.
Valeria: Licenciada y Profesora en Comunicación Social. Profesora de Comunicación y Cultura, y del curso para docentes con puntaje que organiza el profesorado en Comunicación la Facultad sobre inclusión educativa. Empleada del Organismo de la Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires. Desde hace varios años viene implementando el proyecto Secuencias en video en el Centro Cerrado Almafuerte. Participó de varios proyectos de comunicación en dispositivos del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil de la provincia. Le interesa trabajar cuestiones desatendidas de estos dispositivos, fundamentalmente las cuestiones relacionadas con la grupalidad, aportando una mirada comunicacional.

Como nos extendimos en las presentaciones, trabajamos algunas cuestiones de los espacios y los sujetos de nuestra intervención ligados a la importancia de sostener una posición grupal enmarcada en los objetivos propuestos.
Natalia y Valeria comenzaron a recuperar algunas cuestiones al respecto apoyándose en las experiencias y en los temas desarrollados en una publicación del Ministerio de Educación de la Nación que ponemos a disposición que se llama “Pensar la educación en contexto de encierro”. Puntualmente, resulta interesa recuperar una posición pedagógica que nos corre de los riesgos de ocupar un lugar compasivo o punitivo (muchas veces las dos caras de una misma distancia) y recuperar la potencia creativa del encuentro con el universo del otro.
Nos dice el texto
“... (la potencia de la educación en estos contextos), específicamente para estos ámbitos, como oportunidad de fisurar la lógica totalizante de la seguridad y el control que domina estas instituciones; habilitando en el sujeto la posibilidad de escribir otras versiones de sí mismo (diferentes de las ya conocidas y ratificadas tanto por los otros como por él mismo: violento, delincuente, peligroso).
La educación puede en estos contextos cumplir una tarea de reducción de daños, frente al efecto desubjetivante que tiene el encierro para jóvenes, hombres y mujeres privados de libertad. Y los educadores son aquellos que tienen la posibilidad y responsabilidad de ofrecer una mirada diferente sobre el sujeto, de imprimir una duda con respecto a la certeza que tienen los otros sociales y ellos respecto a sí mismos.
Es decir, se espera que los educadores puedan trabajar con las personas privadas de la libertad desde otra suposición, otra expectativa: lejos de concebirlos como “peligrosos”, ../.. asumiendo un no saber sobre lo que ese sujeto singular pueda traer entre sus intereses, sus deseos, motivaciones.” (pág, 126).
Recomendamos ojear el material, porque tiene mucho para ofrecernos en cuanto a las condiciones en las que vamos a intervenir, para reflexionar sobre los imaginarios que hablan en nosotros cuando transitamos esos espacios. Finalmente, para repensar una y otra vez si lo que nos proponemos hacer se condice con lo que vamos haciendo.
Carolina avanzó en la introducción de las llamadas habilidades Blandas o competencias psicomotrices y la importancia de pensar en el rol facilitador donde el saber circula y se construye con los otros. Con esta propuesta, nos descentramos de esa posición de docentes poseedores de un saber que el otro tiene que acreditar mediante nuestra evaluación.
La idea es que en nuestro rol de facilitadores, estructuramos una actividad, organizando un tiempo y un espacio lúdico para propiciar una acción grupal definida por los participantes de ese juego que debe ser claro en cuanto a reglas y a metas, con criterios preacordados. La actitud es colaborativa y, en ese sentido, enseña haciendo porque las habilidades blandas, o competencias psicomotrices que pretendemos trabajar tienen que ver con la solidaridad, el trabajo en equipo, la confianza, la empatía, el pensamiento crítico.

La idea para el próximo encuentro es vivenciar algunas dinámicas que nos va a traer Carolina para que podamos comenzar a delinear nuestros espacios de intervención.

Respecto del momento de intervención se charlaron algunas ideas:

Nos proponemos proyectar 4 encuentros quincenales por institución de dos horas y media.

Horarios posibles charlados:

En una conversación con el CCAlmafuerte, nos propusieron como espacios disponibles: Lunes o miércoles a la tarde (disponibilidad de 1 a 5 hs)

U9: viernes a la mañana o después de las 2 de la tarde….

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